Cuidados esenciales para la ropa de cama en otoño e invierno

Abril 2024

Prepárate para el cambio de estación con estos consejos prácticos y fáciles de implementar.

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A medida que nos adentramos en el otoño e invierno, las temperaturas comienzan a descender y debemos cambiar algunos de nuestros textiles para lograr dormir cómodos y a una temperatura cálida. Tras varios meses de almacenamiento, es fundamental prestar atención a los cuidados necesarios para mantener nuestras sábanas, cobertores y mantas en perfectas condiciones. Aquí te presentamos algunos consejos esenciales para el cuidado de la ropa de cama durante esta temporada.

Selecciona materiales apropiados 

Con la llegada del clima más frío, es importante elegir materiales que entreguen calidez y comodidad. Opta por sábanas de algodón suave y transpirable, edredones de plumas o materiales sintéticos de alta calidad que retengan el calor sin sacrificar la transpirabilidad. Las mantas de lana o tejidos gruesos también son excelentes opciones para añadir capas de abrigo a tu cama o sofás durante los meses más fríos.

Pon atención a las indicaciones de lavado

El lavado adecuado es crucial para mantener la frescura y suavidad de tu ropa de cama durante toda la temporada. Antes de lavar, asegúrate de revisar las etiquetas de cuidado para conocer las recomendaciones específicas del fabricante. Usa detergentes suaves y evita el uso excesivo de suavizantes, ya que pueden dejar residuos que afecten la transpirabilidad de las telas. Además, lava la ropa de cama en agua tibia o fría para evitar que se encoja o se dañe y asegúrate de que éstos textiles sean aptos para secar a máquina. En el caso de no conocer las especificaciones, siempre puedes llevar tus prendas a una tintorería, quienes le darán el tratamiento adecuado a cada una de ellas. 

Almacenamiento adecuado

Una vez que hayas lavado tu ropa de cama, es fundamental secarla adecuadamente para evitar la formación de moho o malos olores. Si es posible, tiende las sábanas y mantas al aire libre para que se sequen al sol, lo que también ayuda a eliminar bacterias y ácaros. Si optas por usar la secadora (en aquellos casos que el material lo permite), elige un ciclo suave y retira la ropa de cama cuando esté todavía ligeramente húmeda para evitar la formación de arrugas. 

Al guardar la ropa de cama durante la temporada en que no se usa, asegúrate de que esté completamente seca y guárdala en un lugar fresco y seco para protegerla del polvo y la humedad. Puedes utilizar contenedores al vacío para utilizar menos espacio y optimizar la organización de tus pertenencias.

Mantener tu ropa de cama en óptimas condiciones durante la temporada de otoño e invierno te ayudará a tener una experiencia de sueño cómoda y acogedora, y al mismo tiempo, podrás contribuir a la durabilidad y longevidad de tus textiles. Con estos simples cuidados, podrás disfrutar de noches tranquilas y reconfortantes en tu cama, independientemente del clima exterior.