Pasos para reparar la pantalla rota de Samsung Galaxy S

La pantalla rota es uno de los problemas más comunes en los smartphones, incluyendo la serie

Samsung Galaxy

S. Ya sea por un accidente o un descuido, una pantalla rota puede afectar significativamente la funcionalidad de tu dispositivo. 

En este artículo, te guiaremos paso a paso sobre cómo reparar la pantalla rota de tu

Samsung

Galaxy S, asegurando que puedas devolverle su funcionalidad sin necesidad de gastar una fortuna.

Si la pantalla de tu dispositivo ha sufrido alguno de estos accidentes o está en los estados descritos, es posible que necesite un reemplazo en pos de cuidar la vida útil de tu móvil. 

Si la pantalla de tu Samsung tiene grietas profundas o que atraviesan toda la superficie, es momento de considerar un reemplazo. Las grietas pueden afectar la sensibilidad táctil y pueden empeorar con el tiempo, exponiendo los componentes internos a daños.

Los píxeles muertos, manchas oscuras o decoloraciones en la pantalla indican un daño interno que puede dificultar la visibilidad de la pantalla. Estos problemas suelen empeorar con el tiempo, lo que hace necesario cambiar la pantalla para recuperar la calidad visual.

Si notas que la pantalla no responde correctamente a tus toques o gestos, podría ser una señal de que la pantalla está dañada. Un reemplazo permite que el dispositivo funcione como debería y que puedas seguir utilizando todas sus funciones sin inconvenientes.

Si la pantalla del Samsung

Galaxy

S se queda en negro o no responde, es un indicativo claro de un fallo que podría requerir el reemplazo completo de la pantalla. En muchos casos, esto se debe a un daño en los componentes internos de la pantalla.

Si tienes problemas para ver la pantalla bajo la luz solar directa o la pantalla parece más oscura de lo normal, esto podría ser una señal de un deterioro en la pantalla que justifique un reemplazo para mejorar la visibilidad.

Con el tiempo, es posible que la pantalla de tu Samsung Galaxy S se desprenda del marco, lo que puede exponer los componentes internos al polvo y la humedad. En este caso, reemplazar la pantalla es esencial para proteger el dispositivo y mantener su integridad estructural.

Para llevar a cabo la reparación, necesitarás algunas herramientas y materiales específicos. Asegúrate de tener todo a mano antes de comenzar.

Materiales adicionales

Para comenzar con la reparación en la pantalla de tu Samsung Galaxy S, es fundamental preparar adecuadamente tu área de trabajo.

Trabaja en un espacio limpio y bien iluminado para evitar que el polvo y la suciedad entren en tu dispositivo. Una mesa despejada y una lámpara de escritorio pueden ser de gran ayuda.

Asegúrate de que tu Samsung Galaxy S esté completamente apagado y desconectado de cualquier fuente de energía. Esto es crucial para evitar cortocircuitos y otros problemas eléctricos durante la reparación.

El siguiente paso práctico en la reparación es desmontar tu dispositivo para acceder a la pantalla rota.

Usa una pistola de calor o un secador de pelo para calentar los bordes de la tapa trasera. Esto ablandará el adhesivo que la mantiene en su lugar.

Luego, coloca una ventosa en la parte trasera del dispositivo y tira suavemente para crear una abertura. Usa las púas de apertura para separar la tapa trasera del chasis del

teléfono

.

Usa el destornillador de precisión para quitar los tornillos que aseguran la batería.

Con cuidado, usa una espátula de plástico para desconectar el conector de la batería. Esto es fundamental para evitar cortocircuitos durante el resto del proceso.

Dependiendo del modelo de tu Samsung Galaxy S, es posible que necesites retirar otros componentes internos que obstruyan el acceso a la pantalla. Sigue estas instrucciones:

Ahora que has accedido a la pantalla rota, es hora de retirarla.

Usa nuevamente la pistola de calor o el secador de pelo para calentar los bordes de la pantalla rota. Esto ablandará el adhesivo que la mantiene en su lugar. Coloca la ventosa en la pantalla y tira suavemente para crear una abertura. Usa las púas de apertura y la espátula de plástico para separar la pantalla del chasis del teléfono.

Con la pantalla rota retirada, es momento de instalar la nueva pantalla.

Asegúrate de que la pantalla de repuesto sea compatible con tu modelo de Samsung Galaxy S y verifica que la nueva pantalla esté en perfectas condiciones y libre de defectos.

Pon la nueva pantalla en su lugar, asegurándote de que todos los conectores estén bien ajustados. Usa adhesivo para pantalla para asegurarla al chasis del teléfono. Asegúrate de aplicar el adhesivo de manera uniforme para evitar que la pantalla se despegue.

Con la nueva pantalla instalada, es hora de reensamblar tu Samsung Galaxy S.

Usa las pinzas para reconectar cuidadosamente todos los cables flexibles que desconectaste anteriormente. Usa el destornillador de precisión para volver a colocar los tornillos que aseguran la

carcasa

interna.

Para hacerlo, usa la espátula de plástico para reconectar el conector de la batería.

Utiliza el destornillador de precisión para volver a colocar los tornillos que aseguran la batería.

Aplica adhesivo en los bordes de la tapa trasera y coloca la tapa trasera en su lugar y presiona suavemente para asegurarla al chasis del teléfono.

Con el dispositivo reensamblado, es clave realizar algunas pruebas para asegurarte de que todo funcione correctamente.

Prende tu Samsung Galaxy S y chequea que la pantalla funcione correctamente. Asegúrate de que no haya líneas, manchas o áreas sin respuesta en la pantalla.

Asegúrate de que el digitalizador táctil responda adecuadamente en toda la superficie de la pantalla. Además, comprueba que otros componentes como la cámara, los sensores y los botones funcionen correctamente.

A continuación te dejamos algunos consejos para cuidar tu nueva pantalla y prolongar la vida útil de tu dispositivo. 

Si la pantalla no funciona después de la instalación, chequea que todos los conectores estén bien ajustados y que no haya cables flexibles dañados.

No es recomendable intentar reparar la pantalla sin herramientas especializadas, ya que podrías dañar otros componentes del dispositivo.

La duración de la nueva pantalla dependerá de cómo cuides tu dispositivo. Con el cuidado adecuado, debería durar tanto como la pantalla original.

Reparar la pantalla rota de un Samsung Galaxy S puede parecer una tarea complicada, pero siguiendo estos pasos detallados, puedes hacerlo tú mismo y ahorrar dinero. Recuerda siempre trabajar con cuidado y paciencia para evitar dañar otros componentes del dispositivo.